¿Qué
es el cerebro?
¿Qué
es el cerebro? El cerebro es un órgano complejo que forma parte del Sistema
Nervioso Central (SNC) y que constituye la parte más voluminosa y conocida del
encéfalo. Está situado en la parte anterior y superior de la cavidad craneal y
está presente en todos los vertebrados. Dentro del cráneo, el cerebro flota en
un líquido transparente, llamado líquido cefalorraquídeo, que cumple funciones
de protección, tanto físicas como inmunológicas.
¿El
cerebro es un músculo? A menudo oímos que el cerebro hay que ejercitarlo o si
no se atrofia, como los músculos, sin embargo hemos de tener claro que el
cerebro no es un músculo. No está compuesto por miocitos, las células
musculares, sino que está formado por millones de neuronas, que interconectadas
mediante axones y dendritas, permiten regular todas y cada una de las funciones
del cuerpo y la mente. Desde respirar, pasando por comer o dormir, hasta la
capacidad para razonar, para enamorarnos o discutir con alguien, todo pasa por
el control del cerebro.

¿Para
qué sirve el cerebro? Funciones del
cerebro
Como
parte fundamental del encéfalo y del SNC, el cerebro podría definirse como el
encargado de controlar y regular la mayoría de funciones del cuerpo y de la
mente. Desde funciones vitales como respirar o los latidos cardíacos, pasando
por el sueño, el hambre o la sed hasta funciones superiores como el
razonamiento, la memoria, la atención, el control de las emociones y la
conducta…
Todo
lo que sucede en nuestra vida, en la vigilia y en el sueño, ya sea respirar o
tragar, mirar, escuchar, tocar o degustar algo, leer o escribir, cantar o
bailar, pensar en silencio o hablar de nuestros pensamientos, amar u odiar,
caminar o correr, planificar o actuar espontáneamente, imaginar o crear, etc...
Por poner una lista, alguna de las funciones que realiza el cerebro son:
Control
de funciones vitales: Como el control de la temperatura, la presión sanguínea,
la tasa cardíaca, la respiración, dormir, comer…
Recibe,
procesa, integra e interpreta toda la información que recibe de los sentidos:
La vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato.
Controla
los movimientos que hacemos y la posición postural: Caminar, correr, hablar,
estar de pie.
Es
responsable de nuestras emociones y conductas.
Nos
permite pensar, razonar, sentir, ser…
Controla
las funciones cognitivas superiores: La memoria, el aprendizaje, la percepción,
las funciones ejecutivas…
“Los
hombres deben saber que el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías,
placeres, risa y diversión, y la pena, desaliento y las lamentaciones. Y
gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y
vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y
lo que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido… Y gracias a este órgano
nos volvemos locos y deliramos, y los miedos y terrores nos asaltan… Debemos
soportar todo esto cuando el cerebro no está sano…Y en este sentido soy de la
opinión de que la víscera ejerce en el ser humano el mayor poder” Hipócrates
(s.IV aC) Sobre las enfermedades sagradas.
Ya
lo intuía Hipocrátes, el cerebro humano es una de las creaciones más complejas,
enigmáticas y, a la vez, perfectas del universo. En su época, Hipocrátes y sus
contemporáneos no podían imaginarse todo lo que llegaríamos a conocer sobre el
cerebro. Gracias a los avances tecnológicos en neuroimagen y en medicina,
biología, psicología y neurociencias en general hemos podido descifrar grandes
misterios en cuanto a su anatomía y funcionamiento. Sin embargo, todavía
existen muchas incógnitas y dudas por resolver.
Partes del cerebro

siguientes
partes:
El
cerebro, formado por estructuras corticales y subcorticales. Las estructuras
corticales o corteza cerebral se dividen en distintos lóbulos: frontal (A),
parietal (B), cingulado (C), occipital (D), temporal e insular (estos dos
quedan ocultos en la imagen). Además, estos lóbulos están divididos por la
mitad en dos hemisferios: el derecho y el izquierdo. Las estructuras
subcorticales hacen referencia a aquellas que quedan bajo la corteza cerebral,
como el cuerpo calloso (1) que une los dos hemisferios, el tálamo (2), los
ganglios basales, amígdala, hipocampo y cuerpos mamilares (6). El cerebro es el
encargado de integrar toda la información recibida por los órganos sensoriales
y organizar una respuesta. Controla las funciones motoras, emocionales y todas
las funciones cognitivas superiores: razonamiento, expresión emocional,
memoria, aprendizaje…
Cerebelo
(10): Es el segundo órgano más grande del encéfalo, y está involucrado en el
control postural y del movimiento principalmente, aunque también realiza
algunas funciones cognitivas.
Hipotálamo
(4) y glándula pituitaria o hipófisis (5), responsables de las funciones
viscerales como la regulación de la temperatura corporal y comportamientos
básicos como la alimentación, la respuesta sexual, la búsqueda de placer, la
respuesta agresiva…
La
Glándula Pineal (11): Es la que se encarga (entre otras funciones viscerales)
de sincronizar la liberación de la hormona de melatonina y regular los ciclos
de sueño/vigilia, para lo cual se coordina con el quiasma óptico (3).
El tronco cerebral: constituido por la médula espinal (9), el bulbo
raquídeo (8), la protuberancia (7) y el mesencéfalo. El tronco controla las
funciones automáticas como la presión sanguínea o los latidos del corazón, los
movimientos límbicos y funciones viscerales como la digestión o la micción
Características
del cerebro humano
¿Cuánto
pesa el cerebro humano?, ¿qué tamaño tiene?, ¿cuántas neuronas tiene el
cerebro?
En
el cerebro humano, el córtex cerebral es uno de los más evolucionados y
complejos que existen. No solo tiene el tamaño más grande que otras especies,
sino que también se enrolla y se pliega sobre sí misma más veces formando
circunvoluciones y surcos que le dan esa apariencia arrugada tan
característica.
El
encéfalo humano tiene un peso de alrededor 1.4-1-5 kilos y un volumen que está
en torno a 1130 cc en mujeres y 1260 cc en hombres.
El
cerebro (y la médula espinal) están recubiertas por unas membranas, llamadas
meninges, que lo protegen de los golpes contra el cráneo.
Para
más protección el cerebro “flota” en el líquido cerebroespinal.
Se
estima que el cerebro humano está compuesto por más de 100 billones de células
nerviosas, mayoritariamente células gliales y neuronas.
Para
qué sirve el cerebro humano - Neuronas
LAS NEURONAS: Son células especializadas en recibir, procesar y transmitir información, a nivel intercelular como intracelular. Lo hacen mediante señales electroquímicas (impulsos nerviosos) llamados potencial de acción. Estructuralmente, las neuronas tienen los mismos elementos citoplasmáticos y la misma información genética que el resto de células del organismo. Las neuronas están formadas por tres partes:
Cuerpo o soma (6): es la parte principal de la célula, la que contiene el núcleo (con el ADN), el retículo endoplasmático y los ribosomas (producen proteínas) y las mitocondrias (generan energía). En el soma se realizan la mayoría de funciones metabólicas de la célula. Si se muere el soma, se muere la célula.
Axones (3): es una prolongación que sale del soma celular, es una especie de “cable”, en cuyo final existen unos botones terminales o varicosidades (2) que son los puntos de contacto sináptico (5), a través de los cuales se transmite el impulso nervioso (elemento pre-sináptico). La longitud de los axones puede variar mucho de neurona a neurona: los hay desde muy cortos (menos de 1mm) hasta los más largos (más de un metro, que suelen ser de nervios periféricos como los de las motoneuronas). Algunos axones (sobre todo los de las neuronas motoras y sensoriales) están recubiertos por una capa de mielina (4) que agiliza, y facilita, la transmisión de información. Cuanta más mielina contenga el axón, con más fuerza llegará el impulso nervioso. Las neuronas que más mielina tienen son las periféricas (neuronas sensoriales y motoras) que son en las que la información tiene que recorrer caminos más largos.
Dendritas (1): son unas terminaciones nerviosas que salen del soma celular que se ramifican en forma de árbol. Las dendritas constituyen el componente principal de recepción de información (elemento postsináptico) y son las que posibilitan la comunicación entre dos neuronas.
LAS CÉLULAS GLIALES: Son el tipo de célula más abundante del SNC. Tiene la capacidad de dividirse en el cerebro adulto (neurogénesis) y su presencia es necesaria para el buen funcionamiento cerebral. Constituyen el principal soporte estructural de las neuronas, recubren sus axones con mielina para una mejor transmisión sináptica (células Schawann), desempeñan un rol en el aporte nutricional de la célula, participan en los mecanismos de regeneración y reparación nerviosa, en los mecanismos de inmunización, mantenimiento de la barrera hematoencefálica, etc. Existen varios tipos de células gliales entre ellos los astrocitos, los oligodendrocitos y la microglía. Y en el sistema nervioso periférico las células schwann, las satélite y los macrofágos:
La sustancia gris del cerebro corresponde principalmente a los somas y dendritas de las neuronas.
La sustancia blanca es la zona donde predominan los axones de las neuronas. Se ve de este color más blanquecino por el recubrimiento que la mayoría de ellos llevan de mielina.
¿Cómo funciona el cerebro?
El cerebro funciona a través de la transmisión de información entre las neuronas (u otras células receptoras o efectoras) mediante impulsos eléctrico-químicos. Está transmisión de información se produce durante la sinapsis. En la sinapsis neuronas y células se ponen en contacto y mediante descargas químicas e impulsos eléctricos se intercambian neurotransmisores que son los encargados de excitar o inhibir la acción de la otra célula. Los botones terminales de los axones son los elementos pre-sinápticos de la comunicación neuronal, mediante los cuales la neurona establece comunicación con las dendritas, el soma o incluso otro axón.
Toda esta transmisión de información mediante las neuronas se hace en cuestión de milisegundos. De manera paralela y coordinada se producen cientos de conexiones que nos permiten percibir, entender y responder al mundo de forma adecuada. Recibimos miles de inputs y generamos miles de outputs en cuestión de segundos y todo funciona con la precisión de un reloj suizo. Nos podemos imaginar el cerebro como un gran cableado que conecta con todo el cuerpo y dentro del mismo cerebro.

Desarrollo
del cerebro humano
¿Cómo
se desarrolla el cerebro? El desarrollo del cerebro humano empieza en la etapa
embrionaria y termina en la juventud. Con tan solo 4 semanas después de la
concepción se empieza a formar el tubo neural a raíz del cual surgirán el
cerebro y la medula espinal. A partir de ahí, empieza un proceso vertiginoso
donde se dan los procesos de proliferación, migración y diferenciación celular
que darán lugar a la formación y desarrollo del cerebro. Las neuronas se
producen en el tubo neural y luego emigran para formar las partes importantes
del cerebro, por último se diferencian y especializan en la función que vayan a
tener.
Se
calcula que en la etapa pre-natal pueden llegar a producirse hasta 250000
células cerebrales por minuto. De hecho, en el momento de nacer, el cerebro del
bebé ya contiene todas las células nerviosas que va a necesitar, sin embargo no
están conectadas. Durante los dos primeros años, se empiezan a establecer estas
conexiones mediadas por un componente genético, pero sobre todo por la
interacción con el entorno y por los estímulos que van recibiendo. Los procesos
de mielinización (proceso en el que se recubre las fibras neurales con una capa
aislante de grasa que facilita la transferencia de información) facilitan a que
esto suceda más rápido, y son los responsables del aumento de tamaño del
encéfalo.
De
los 0-12 meses: Los bebés solo tienen desarrollados la médula espinal y el
tronco encefálico, por eso solo responden a estímulos reflejos y a funciones
básicas de la supervivencia como dormir, comer o llorar. A medida que se
relacionan con su entorno, van estableciendo nuevas conexiones y aprenden
rápidamente cosas como dirigir la mirada, repetir consonantes, comprender el lenguaje…
Hacía
los 3 años: su cerebro ya ocupa casi el 80% del tamaño que tendrá de adultos, y
el sistema límbico y el córtex cerebral están bastante desarrollados. Esto
permite a los niños expresar y reconocer emociones, jugar, empezar a contar y
hablar. Por eso, se considera que hasta esta edad, el cerebro tiene su máxima
capacidad de plasticidad cerebral, hasta el punto que si un área se dañara,
probablemente otra podría asumir sus funcionalidades (ya que todavía no está
especializada del todo).
El
cerebro no se termina de desarrollar hasta pasada la juventud: La zona que
tarda más en madurar son los lóbulos frontales especializados en el control de
la conducta, el razonamiento, la resolución de problemas, etc.
Sin
embargo, aun cuando la maduración cerebral se acabe en la juventud, en el
cerebro siguen produciéndose procesos de neurogénesis (creación de neuronas
nuevas) y se pueden establecer nuevas conexiones cerebrales a través del
entrenamiento y el reforzamiento de las conexiones neuronales. Esto es la base
de la plasticidad cerebral.
Desarrollo
del cerebro humano
¿Se
puede entrenar y mejorar el cerebro? Cómo te ayuda CogniFit
Gracias
a la plasticidad cerebral, y a la capacidad de nuestro cerebro de establecer
nuevas conexiones y reforzar las antiguas, podemos mejorar nuestra capacidad
cognitiva. La estimulación cognitiva y el entrenamiento mediante ejercicios
como los que te propone de CogniFit puede ayudarte a ello.


